Nevaditos

Ingredientes para una docena de nevaditos

 

  • 100 g de manteca de cerdo suave (mejor que no sea ibérica), 220 g de harina de repostería, 60 ml de vino blanco, 50 g de azúcar, azúcar glas para espolvorear.

 

Cómo hacer nevaditos caseros

En un bol comenzaremos mezclando la manteca de cerdo a temperatura ambiente junto con la harina y el azúcar, removiendo con una espátula vamos añadiendo el vino blanco poco a poco hasta formar una masa blanda. Hacemos una bola con ella y la envolvemos con papel film transparente, la dejamos reposar durante dos horas en la nevera.

Seguimos precalentando el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Para formar los nevaditos estiramos la masa entre dos papeles de horno dejándola gruesa, como de doce milímetros de grosor aproximadamente. Preparamos una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y vamos cortando con un cortador circular los nevaditos, pasándolos con una espátula para la bandeja.

Horneamos durante treinta minutos o hasta que los veamos cocido y simplemente con el borde superior como un anillo dorado. Retiramos y dejamos enfriar encima de la placa. Una vez fríos los espolvoreamos con abundante azúcar glas o lustre.

Rosquillas Santa Clara

Apetitosas rosquillas de Santa Clara

Las rosquillas son un dulce que ofrece muchas variedades dependiendo de su cobertura. Las rosquillas de Santa Clara tienen un delicioso merengue seco.

En las pastelerías tradicionales siempre puedes encontrar rosquillas preparadas de un modo artesanal; pon en marcha esta receta y hazlas tú mismo.

Rosquillas de Santa Clara

Además de las rosquillas de Santa Clara, tienes las rosquillas listas con glaseado de limón; sin la cobertura de glaseado y con anisetes, se denominan rosquillas tontas. Además, si preparas tus rosquillas con almendras y azúcar por encima, se denominarán rosquillas francesas.

En la elaboración de rosquillas de Santa Clara para 4 ó 6 personas, necesitas:

  • 4 huevos a temperatura ambiente
  • 50 gr de azúcar glacé
  • 250 gr de aceite
  • 1 cucharada de licor de anís
  • La ralladura de un limón
  • 300 gr de harina
  • Media cucharadita de levadura en polvo

Para el merengue seco, necesitas:

  • 1 clara de huevo
  • De 400gr a 500 gr de azucar glacé

Comienza batiendo los huevos junto con el azúcar glacé hasta que cojan volumen y la mezcla blanquee.

Ve añadiendo el aceite y el licor de anís, poco a poco, e incorpora la ralladura de limón.

Tamiza la harina y la levadura, viértelas a cucharadas y bate la mezcla durante 15 minutos más.

Precalienta el horno a 225°.

Pon la masa en una manga pastelera con boquilla lisa y gruesa. Dale forma las rosquillas sobre una placa de horno cubierta con papel antiadherente.

Hornea unos 25 minutos y, a mitad de cocción, baja la temperatura a 180°.

Una vez horneadas, deja que tus rosquillas enfríen sobre la rejilla.

Entretanto, prepara el merengue seco:

Bate la clara de huevo a punto de nieve y ve añadiendo el azúcar glacé, si se densifica mucho, añade una cucharada de agua, obtendrás un merengue muy denso.

Baña rosquilla a rosquilla metiéndolas hasta la mitad en el merengue y deja que sequen al aire.

Si quieres que sequen rápidamente, puedes meterlas en el horno a 50° durante un par de minutos.

Disfruta de tus rosquillas de Santa Clara con un a media tarde y tendrás una merienda estupenda.

Azúcar invertido

Seguro que si sois curiosos y os gusta leer los ingredientes del etiquetado de los productos que compráis, habréis visto que entre ellos habitualmente figura uno denominado azúcar invertido. Casi siempre lo encontraréis en productos de bollería y pastelería, pero también en preparados con chocolate e incluso en las cervezas que especifiquen todos sus ingredientes en la etiqueta.

Pues bien, el azúcar invertido se forma por una reacción química de hidrólisis ácida o inversión enzimática, en donde lo que ocurre es que se rompe la sacarosa (o azúcar común de mesa) en los elementos básicos que la componen, glucosa y fructosa. Por lo que el azúcar invertido es esencialmente un producto que puede ser obtenido involuntariamente o bien de forma provocada por una reacción química buscada.

Así por ejemplo, cuando estamos preparando jaleas o mermeladas, la simple mezcla del azúcar con el ácido del limón, normalmente añadido a estas preparaciones caseras, ya provocará sin que nos demos cuenta la inversión del azúcar.

Pero también existe azúcar invertido de manera natural en muchos alimentos como la miel o el jarabe de arce. Por lo que muchas veces lo veremos como sucedáneo de estos, a pesar de que no contiene ninguna de las propiedades excepcionales que al menos la miel presenta, pero a nivel industrial está muy extendido su uso, pues veremos que le confiere a los alimentos unas características especiales.

Usos

El azúcar invertido se caracteriza por su alto poder endulzante, que sería hasta un 30% mayor que el que posee el azúcar común o sacarosa, por eso en donde más se va a emplear es en productos de confitería y panadería.

En panadería, bollería y repostería tiene poder para aumentar la fermentación de las masas, ya que la levadura digiere mejor la glucosa y la fructosa por separado, que la sacarosa como tal.

Además aumenta la retención de humedad retrasando el resecamiento, con el consiguiente incremento de duración de este tipo de productos alimenticios y aumentando su tiempo de ternez. Se consigue un mayor sabor dulce sin el añadido de tanto azúcar, así como también se emplea para dar brillo a la superficie de la bollería.

En heladería, es frecuente su uso pues tiene un potente efecto anticristalizante, disminuyendo el punto de congelación de la mezcla para preparar el helado, lo que provoca que sea más fácil darle forma y resulte mucho más suave.

Este es un dato importante, pues ahora que llega el verano hay mucha gente que le gusta preparar helados caseros, pero que se encuentra que después una vez congelados, es imposible hacer una bola con ellos pues quedan como un bloque de hielo. Añadiendo el azúcar invertido vamos a conseguir que nuestros helados preparados en casa, incluso sin heladora, sean mucho más manejables.

Las proporciones a utilizar serían las siguientes, para panadería es conveniente sustituir un cincuenta por ciento la cantidad de azúcar de la receta por el azúcar invertido. En heladería se recomienda un veinticinco por ciento y en nuestros bizcochos aproximadamente entre el diez y el veinte por ciento.
Cómo se prepara en casa

El azúcar invertido se puede comprar ya preparado, aunque no es fácil encontrarlo habitualmente en las tiendas en pequeñas cantidades. Pero lo cierto es que es tan sencillo hacerlo en casa que no vale la pena ni buscarlo. Lo que vamos a necesitar serán unos sobres que se usan como gasificantes en repostería y que venden en grandes superficies de alimentación o bien las clásicos sobres de “gaseosas” que había antiguamente. Ambos vienen compuestos de dos ingredientes, un sobre blanco que contiene un ácido, en este caso ácido tartárico y uno morado que contiene una base, que sería bicarbonato sódico.

Las proporciones y método sería los siguientes. A 350 g de azúcar añadir el sobre blanco y verter 150 ml de agua mineral. Llevar a ebullición removiendo, y cuando hierva, separar del fuego y dejar enfriar hasta que llegue a una temperatura de cincuenta grados, momento en que se añade el sobre morado. Veremos que se forma una espuma que desaparece una vez que el azúcar invertido enfría. Meter en un bote hermético y protegerlo de la luz, así se nos conservará durante varios meses y lo tendremos siempre listo para usar en nuestra repostería casera y fabricación de helados.

Comprobaréis que hay un antes y un después, sobre todo en la textura de nuestros helados caseros, tras el uso del azúcar invertido.

Pastel de manzana

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Número de partes: 3 porciones
Tiempo de preparación: 35 Minutos
Tiempo de cocción: 15 Minutos
Listos en: 50 Minutos
Dificultad: Fácil
Calorías: 1254 Kcal (1 porción)
ProPoints: 34 (1 porción)

Ingredientes:
4 manzanas de reineta
150 g de mantequilla
200 g de harina
200 g de azúcar
4 huevos
150 ml de nata líquida
2 cucharillas de levadura Royal
2 cucharillas de vainilla en polvo
Preparación:

Paso 1: Untar con mantequilla el molde donde se vaya a preparar el pastel, espolvoreando también en su interior un poco de azúcar. Reservar.

Paso 2: Fundir 50 gr. de mantequilla en una sartén.Cortar las cuatro manzanas (peladas) en láminas finas y cocerlas en los 50 gr. de mantequilla anteriormente fundida, añadiendo la mitad del azúcar propuesto para esta receta. Reservar.

Paso 3: En un bol mezclar la harina, la levadura y la vainilla. Remover todo muy bien.

Paso 4: Batir en otro recipiente la mantequilla y el azúcar restante, hasta que quede una masa blanquecina. Añadir la nata, los huevos (uno a uno) y una cucharada de harina sin dejar de batir.

Paso 5: Incorporar el contenido del otro bol y mover todo hasta unir muy bien los ingredientes.

Paso 6: Verter la mitad de la masa en el molde. A continuación la mitad de las manzanas ya cocidas, nuevamente el resto de la masa y finalmente la otra mitad de las manzanas (os tienen que quedar 4 capas).

Paso 7: Precalentar el horno a 180º. Meter el molde en el horno y mantenerlo a dicha temperatura durante 50-60 minutos (depende de cada horno). Cuando se enfríe el pastel (mejor de un día para otro), desmoldar y listo para comer