Más que un postre en sí, es un ingrediente perfecto para enriquecer muchos de los que preparemos, y también desayunos y meriendas. Puede usarse para rellenar unas crepes o cubrir un bizcocho, encima de unas tostadas con mantequilla o como salsa para un postre con helado, una mousse de chocolate oscuro o una tarta de queso.
Ingredientes:
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200 ml de zumo de naranja natural
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La ralladura de la piel de 2 naranjas (solo la parte naranja, lo blanco amarga)
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160 g de azúcar
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100 g de mantequilla a temperatura ambiente
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3 huevos medianos
Elaboración:
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En un bol metálico y grande batimos los huevos con el azúcar hasta que espumeen. Añadimos el zumo de naranja y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado.
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Llevamos el bol al baño María -poniendo debajo un cazo con agua hirviendo a fuego mínimo para que la crema no cuaje- y removemos constantemente hasta que tenga una consistencia cremosa y lista (espesará más cuando se enfríe).
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Cuando tenga la consistencia deseada, sacamos el bol del fuego y añadimos inmediatamente la mantequilla. Removemos bien hasta que quede completamente incorporada, añadimos entonces la ralladura de naranja y mezclamos hasta que todo quede bien integrado. Conservamos en la nevera, en un tarro bien cerrado.