Ingredientes:
- 300 g bizcochos de soletilla
- 500 g de queso Mascarpone
- 6 huevos
- 150 g de azúcar para las yemas + 50 g de azúcar para las claras
- 1 vaso de café (200 ml)
- cacao puro en polvo para espolvorear
- un pellizco de sal para montar las claras
- unas cucharadas de licor Amaretto o similar
Para estas cantidades hemos usado un recipiente de 30 cm. de largo, 20 de ancho y 7 de alto.
Elaboración:
- Calentamos agua en una cazuela grande, debe estar caliente pero sin llegar a hervir. Mientras se calienta el agua vamos separando las yemas de las claras y apartamos en una taza. Las claras las vamos a montar posteriormente, reservamos.
- Los huevos deben ser frescos y hay que manipularlos a temperatura ambiente. Vamos a usar azúcar glass con un toque de vainilla, lo mezclamos en un cuenco metálico con todas las yemas.
- Empezamos batiendo en el cuenco fuera del agua y cuando comience a espumear introducimos el cuenco en la cazuela con el agua caliente.
- Una vez dentro batimos con unas varillas manualmente o con las de la batidora hasta que las yemas doblen de tamaño. Vamos añadiendo poco a poco las cuatro cucharadas de amaretto y mezclando de manera envolvente hasta que estén incorporadas a la crema.
- Después de mezclar todo sacamos del baño maría y seguimos en frío hasta que nos quede una crema esponjosa y compacta. Reservamos para el montaje del tiramisú.
- Batimos el queso hasta que quede cremoso (lo mejor es batirlo a temperatura ambiente). Mezclamos con la crema sabayón. Mezcladlo suavemente sin que se baje la crema, queremos conseguir es una crema esponjosa.
- Montamos las claras que tenemos reservadas a punto de nieve. Para ello introducimos las claras a temperatura ambiente en un bol en el que no haya ningún resto de grasa o no subirán.
- Les añadimos un pellizco de sal y empezamos a batir. Mientras batimos vamos añadiendo el azúcar en polvo. Batimos hasta que las claras suban y queden firmes. Luego manejamos el merengue con una espátula de silicona.
- Añadimos las claras montadas a la crema anterior. Mezclamos de manera envolvente y con cuidado hasta que quede todo integrado. Y ya tenemos lo más importante: la crema base del tiramisú. Por si sola está que te mueres, nunca he podido evitar comerme una o dos cucharadas.
- Lo demás es pan comido, ponemos una cafetera italiana con un buen café. El que más nos guste, y una vez preparado lo dejamos enfriar. Cuando este frío asustamos los bizcochos con el café, tampoco tienen que soltar mucho líquido.
- Ponemos una capa de bizcochos de soletilla y otra de crema, así dos o tres veces y acabamos con crema.
- El último paso es el del toque del cacao, imprescindible que sea cacao de calidad y amargo. Este ingrediente es el que da ese contraste tan importante en este postre.
- Lo espolvoreamos sobre el postre con un colador para que no queden grumillos. Yo suelo dejar este paso para el final de todo. Justo antes de presentarlo a los invitados, porque al enfriar el cacao tiene peor presentación.
- Y lo fundamental, metedlo a la nevera para que enfríe. Yo lo dejo siempre de un día para otro.